Es un producto sanitario a base de peróxido de hidrógeno, que ayuda a la eliminación del tapón de cera.
Marcado CE.
Clase I.
No es estéril.
Peróxido de hidrógeno 3%, solución estabilizante.
Cuando utilice el producto por primera vez, desenrosque el tapón de pástico con fuerza suficiente para romper el precinto de seguridad.
Bajo el tapón, se encontrará el gotero-aplicador.
Incline la cabeza del niño hacia un lado de forma que el oído afectado quede hacia arriba.
Tire suavemente del pabellón auricular para enderezar el conducto auditivo y aplique las gotas en el conducto con la ayuda del gotero.
Mantenga la cabeza del niño inclinada durante unos minutos para que las gotas entren en contacto con la cera del oido (5 minutos) y luego limpie con yun paño suave cualquier exceso de producto que haya podido quedar en el pabellón auricular.
La dosis recomendada en cada aplicación es de 10 gotas en el oído afectado.
Aplicar dos veces al día, por un periodo de 3 a 5 días, a no ser que su médico le recomiende una pauta diferente.
En ningún caso cubra o tape los oídos con tapones de algodón u otro material.
Enrosque bien siempre el tapón de plástico despúes de su uso, para una correcta conservación.
Los audífonos deben retirarse antes del uso del producto.
La liberación de oxígeno puede provocar una sensacaión de burbujeo.
No rellenar el frasco.
Este producto puede manchar la ropa.
En caso de contacto con los ojos, lávese inmediatamente con abundante agua.
No ingerir.
No presenta interacciones con ningún tipo de producto o medicamento que esté tomando por vía oral. No obstante, en caso de que el médico le haya recetado un antibiótico vía ótica y este producto, para evitar una interacción entre los mismos, su uso debe espaciarse al menos 30 minutos, utilizándose este producto en primer lugar.
En caso de intoxicación contactar con el Servicio Nacional de Toxicología: 91 562 04 20.
¿Quién no debe usarlo?
- Niños con alergia al peróxido de hidrógeno.
- Niños que sufran mareos o cualquier tipo de otitis (por ejemplo: dolor, infección, supuración...).
- Niños que padezcan o se sospeche que puedan padecer perforación / afectación del tímpano.
- Niños que padezcan de acúfenos y/o tengan un historial previo de problemas de oído.
Puede ocasionar malestar, pérdida auditiva, mareos y acúfenos (pitidos en el oido). Estos efectos son transitorios por la presencia de un líquido en el canal auditivo.